Desde su inicio FIVE ha apostado por constituirse como escaparate de la vitivinicultura ecológica del gran sudoeste europeo, y por ello a esta feria acuden también bodegas tanto de Francia como de Portugal. Por lo que se refiere a los compradores, en la anterior edición, señalan, “acogimos importadores de 18 países y nuestra pretensión para esta nueva edición es ampliar el número de procedencias. La vocación netamente exportadora del subsector del vino ecológico nos hace estar atentos no solo a los mercados exteriores ya consolidados, sino también a aquellos que comienzan a prestar atención al mundo del vino, como es el caso del Extremo Oriente o de América Latina”. Y no es por gusto que el sector de la producción de vino ecológico se lance a la exportación. Por desgracia el mercado interno no demanda hoy día más allá del 30% de la producción. Por ello, “en la medida de nuestras posibilidades, nuestro reto para esta próxima edición es incentivar la demanda interna, tratando de atraer el interés de la distribución y comercialización nacionales hacia un tipo de vino que cuenta con todos los plácemes para ser apreciado por un consumidor responsable y exigente como el producto ambientalmente respetuoso y de calidad que es”.
- ¿Qué ha cambiado desde la primera edición?
-Ahora contamos con un concurso de vinos ecológicos: el Concurso de Nacional de Estella para vinos elaborados con uvas de agricultura ecológica. Se trata de un concurso reconocido por el Ministerio de Agricultura que resulta un aliciente añadido para las bodegas asistentes a FIVE.
-¿Cuáles son las previsiones que tienen?
-Mantener la asistencia de bodegas aumentando el número de compradores internacionales. De una proporción en torno a 1/1 expositores/importadores, pretendemos acercarnos a la relación 1/1,5.
-¿Cómo está el sector del vino ecológico en nuestro país?
-Francamente, es un sector en progresiva expansión. Así como en el sector convencional se da el arranque de viñas, en el subsector ecológico no sólo no se arrancan sino que se plantan nuevas parcelas y se incorporan nuevos elaboradores. En general, iniciativas de pequeño tamaño pero que aportan dinamismo e innovación a la actividad en el medio rural y notable presencia de mujeres en la actividad.
-¿Su vocación es de llevar el vino ecológico español allende nuestras fronteras?
-Esa vocación, para bien o para mal, ya existe desde hace tiempo. Nuestra intención es, manteniendo ese eje fundamental de trabajo, aumentar el interés del mercado interno por el vino ecológico, donde aún hay mucho margen de mejora.
-¿Qué tipo de compradores acuden?
-El tipo fundamental de comprador que acude a FIVE es el de importador extranjero, sin olvidar a la distribución nacional, la restauración y las tiendas especializadas.
-¿Por qué se consume tan poco vino ecológico en nuestro país?
-No hay una única respuesta a esta cuestión. Primero habría que hablar del bajo consumo, en general, de alimentos ecológicos en nuestro país, pese a ser grandes productores a escala europea. Falta de apuesta decidida por parte de la distribución, falta de consumidor que aplique criterios de consumo responsable (prácticas de elaboración socioambientalmente sostenibles, producción de proximidad, etc.) a sus decisiones de compra, a veces simple desconocimiento, modificaciones en los hábitos de consumo. Se podría reflexionar mucho al respecto de esta cuestión.
-¿Qué problemas plantea la crisis a una feria como la suya?
-El acceso a recursos financieros públicos es, en las actuales circunstancias, complicado. Al encontrarnos aún en fase de afianzamiento como acontecimiento expositivo, no somos plenamente autónomos financieramente por lo que nos vemos obligados a limitar nuestra acción al mantenimiento de nuestra escala de trabajo, renunciando, por el momento, a una eventual (y controlada) expansión.
0 comentarios:
Publicar un comentario