Es evidente que depende del lugar en que residamos, pues yo que vivo en Málaga, es un verdadero problema la conservación y el servicio del vino en lo que a su temperatura se refiere, siendo a partir del mes de mayo y hasta finales de octubre una época donde suele hacer calor.
La necesidad de tener un sitio adecuado para la conservacion de los vinos, tanto a nivel profesional como particular es imprescindible, pues es bien sabido que el mayor enemigo del vino es, entre otros, el calor.
Se ha demostrado que en los vinos demasiado fríos la perdida de percepcion aromática es notable. He comprobado por mí mismo algunos de estos aspectos, normalmente los blancos y rosado se sirven demasiado fríos; yo establezco como temperatura mínima para los blancos en 9-10 grados. Así mismo, en los tintos de maceracion carbónica es fundamental que no sobrepase la temperatura de 13 grados, pues en este tipo de vinos cualquier aumento de la temperatura es fatal para que pueda gustar el vino o no.
En los tintos la temperatura ideal seria entre 15 y 17 grados. En los espumosos también la temperatura de servicio es más importante si cabe, de tal forma que la de un espumoso debe estar en torno a los 7-8 grados.
Apartado especial para los vinos generosos, realmente aquí todos nos equivocamos; siempre se ha creido que el Vino Moscatel o Pedro Ximen contra más frio mejor, ¡ error! como dice el profesor Félix Valencia, que lleva ya años promulgando que, en concreto la variedad Moscatel con un Vol de 15% se debe beber a una temperatura no inferior a 12 grados pues la pérdidad de aromas de esta variedad es muy notable. Todavía hay personas muy vinculadas al mundo del Vino con la creencia de que se debe beber a 6 o 7 grados.
Este pequeño comentario espero que sirva a alguien que no haya tenido la oportunidad de saberlo; todo lo anteriormente expuesto ha sido comprobado por mí mismo haciendo catas específicas referenciadas a la temperatura y la percepción de aromas en todos los tipos de vinos.
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