miércoles, 22 de agosto de 2012

Vino y Salud



El vino contiene más de mil sustancias, algunas de las cuales aún no han sido analizadas. La mayoría de estos componentes, como las vitaminas o los minerales, proceden de las uvas, otros se forman durante la vinificación, como el etanol o la glicerina, y algunos, como el azúcar o la vitamina C, se eliminan del todo o en parte durante dicho proceso.

El vino contiene entre un 75 y un 90% de agua. Esta diferencia del 15% se explica por el mayor o menor contenido d ácido tánico, ácidos orgánicos, sales minerales y pectina, que forman conjuntamente el extracto seco de cada vino.

El segundo componente más importante del vino es el alcohol etílico, que también varía de una clase a otra. En las etiquetas se indica el porcentaje en volumen. En las etiquetas se indica el porcentaje en volumen. Esta indicación es obligatoria y no hace referencia alguna a la calidad del vino. Un vino de 11% vol. puede ser ligero y muy agradable, mientras que otro d 13% vol. puede subirse rápidamente a la cabeza. Lo determinante es la estructura y el equilibrio entre las diferentes sustancias que lo componen (ácidos, azúcar, alcohol, tanino y colorantes). Todos los demás elementos del vino se encuentran presentes en cantidades muy pequeñas. El contenido de azúcar puede oscilar entre la cantidad de 2 gr en los vinos secos hasta los 500 gr por litro en el caso de los más dulces.

A lo largo de la historia, el vino no sólo se ha utilizado como estimulante, sino también como medicamento. Durante mucho tiempo, además, fue un alimento básico, y se solía mezclar con agua para calmar la sed. En un gran número de publicaciones el vino era citado como “la más higiénica de las bebidas”, puesto que era menos peligroso beber agua mezclada con vino que, simplemente, agua pura.

Durante los primeros años del siglo XX surgieron numerosas organizaciones a favor de la abstinencia que denunciaban los efectos negativos, directos e indirectos, del consumo de alcohol. La presión ejercida por estos movimientos condujo en Estados Unidos a la promulgación de la ley seca. Aún hoy, la venta de alcohol en Estados Unidos y Escandinavia está severamente regulada. En Norteamérica las botellas deben llevar una inscripción donde se advierte del peligro que implica para la salud el consumo de alcohol. Durante la década de 1990 fueron alzándose cada vez más voces a favor de los efectos positivos que el consumo moderado del vino podía tener en la salud, aunque sin ocultar el daño que podía causar el abuso.

De hecho, en los países mediterráneos, el vino siempre se ha bebido a diario durante las comidas, al contrario de lo que ocurre durante las “noches locas” del sábado, cuando la cerveza y las bebidas alcohólicas fuertes suelen ser las protagonistas.

Esta nueva línea de argumentación fue defendida por el científico francés Serge Renaud es un estudio publicado en 1992 en la revista médica "The Lancet". El tema se centró en el misterio de cómo los franceses siguen dietas altas en grasas saturadas y, aún así, tienen un 40% menos de enfermedades cardiovasculares que los americanos. Renaud atribuye la diferencia a la costumbre francesa de beber vino tinto todos los días con las comidas. El fenómeno vino a ser conocido como la “paradoja francesa”. Se demostró que la mortalidad provocada por enfermedades del corazón era inversamente proporcional al consumo del vino. Mientras que el alcohol se sabía que elevaba un colesterol protector transportado en la sangre llamado lipoproteína de alta densidad, algo más que se encuentra en el vino tinto se añadió a ese efecto, puesto que ninguna otra bebida alcohólica puede tener los efectos protectores que tiene el vino tinto.
 
En la actualidad se están realizando estudios por parte de la Facultad de Farmacia de Barcelona con la colaboración de FIVIN (Fundación para la Investigación del Vino) en el sentido de profundizar sobre el caso del vino blanco y del Cava en particular.

Así en Francia, Portugal e Italia la incidencia de las dolencias cardíacas es baja en comparación con el Reino Unido o con los países escandinavos. El alcohol licua la sangre, y el consumo regular de vino reduce la tasa del colesterol perjudicial (LDL).

Sin embargo, el alcohol no es por sí solo responsable de los poderes curativos del vino; estudios científicos muestran que no todas las bebidas alcohólicas actúan de forma tan positiva en el cuerpo humano. También es necesario tener en cuenta otros componentes del vino, como los polifenoles, que protegen los vasos sanguíneos y el colágeno de las paredes vasculares e impiden la agregación de las plaquetas y, con ello, la formación de coágulos. Además, éstos tienen propiedades que evitan en gran medida la oxidación y, por tanto, los cambios en las paredes celulares tanto de los vasos sanguíneos como del cerebro. Aparte de su acción preventiva, al vino se le atribuyen propiedades curativas en el tratamiento de enfermedades como el cáncer o el Alzheimer. A decir verdad, no sólo el vino es el responsable del resultado de los estudios mencionados con anterioridad; si se comparan los hábitos alimentarios de los países mediterráneos y de Estados Unidos puede verificarse que en Europa meridional se consume más fruta y verdura fresca, menos carne roja, más queso y menos leche, y más aceite de oliva en vez de mantequilla y beicon, lo que hace que esta dieta mediterránea sea muy apreciada hoy en día.

Se ha demostrado, por lo tanto, que un consumo regular y moderado de vino puede contribuir, junto a otros factores, a una vida larga.

lunes, 20 de agosto de 2012

La mujer será clave en la recuperación del consumo del vino, según la OeMv


Es necesario poner el vino de moda para recuperar su consumo en España, que no ha parado de caer desde hace 25 años, y la mujer jugará un papel clave en el rescate del sector, según el director general del Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv), Rafael del Rey

Del Rey está convencido que la mujer liderará la recuperación del consumo español del vino y será como una tabla de salvación para el sector, ya que España, tercer país productor vitivinícola del mundo, ha perdido en apenas 25 años la mitad de su consumo, hasta los 22 litros per cápita (en 1987 era de 47 litros).
Además, en opinión de Del Rey, las mujeres pondrán el acento en los hábitos relacionados con el vino: el consumo moderado.
Aunque reconoce que recuperar el consumo no va a ser tarea fácil, se muestra optimista y, a pesar de que tardará un tiempo, el sector empieza a contar con algunas herramientas que le ayudan a "entender" el mercado interior.
Desde el Observatorio Español del Mercado del Vino están tratando de conocer mejor el mercado nacional, su estructura, las características del consumidor español y su evolución; y gracias a varios estudios, entre ellos el de "La mujer y el vino", el sector empieza a conocer más sobre sus clientes o potenciales compradores.
Insiste Del Rey en que hay una gran oportunidad en la mujer como público objetivo, porque más de 19 millones son mayores de 18 años y o no consumen vino o consumen poco.
Pero lo más interesante es su actitud, ya que su aproximación al mundo del vino es diferente a la del hombre: es más atrevida y está más abierta a la innovación, y no dice que no a un vino por llevar una etiqueta más divertida o llamativa, tapón de rosca o tener menos graduación, "está más dispuesta a experimentar".
Además, la mujer juega un nuevo rol social, gracias a la independencia económica adquirida en los últimos años, y es la responsable de la compra de los vinos en el hogar.
Según se extrae de un estudio realizado por el Observatorio sobre la "Caracterización de los consumidores españoles de vino ('genoma')", no hay solo uno tipo de consumidor o consumidora, en este caso, sino distintos momentos de consumo.
"Hay consumidoras diferentes que se aproximan al vino de forma distinta, y tenemos que ser conscientes que todavía no conocemos bien al consumidor español y que hay una gran diversidad", por eso el sector debe estar abierto a la innovación si quiere llegar también a las mujeres, recuerda.
El estudio recoge seis tipos de usuarias (curiosa, tradicional, consumo ligero, entusiasta, joven e indiferente), porque "no todas las mujeres piensan, ni actúan igual" en el momento de la compra del vino, si bien la curiosa y la tradicional representan prácticamente a la mitad del total.
Así, la curiosa consume el 23 % del volumen total consumido en hogares y supone el 30 % del valor, mientras que la tradicional compra el 28 % del vino, con un gasto que abarca el 25 %.
Su forma de aproximarse al mundo del vino tampoco es la misma, ya que si la primera compra los vinos principalmente en el hiper, dispone de un gasto económico alto y es una gran conocedora del sector, la consumidora tradicional no gasta mucho en la compra del producto y su conocimiento es más bien bajo.
Según datos de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) en Francia o en Italia, los otros dos grandes productores mundiales de vino, el consumo en 2008 -últimos datos disponibles- ronda los 50 litros en el primero y supera los 40 en el segundo.
Por ello, desde el sector, consideran que recuperar para España cifras de consumo acorde a un país productor es todo un reto que se debe plantear a medio y largo plazo, y la mujer tendrá un papel clave.

Fuente: Vinetur

miércoles, 15 de agosto de 2012

La Criomaceración



La criomaceración o maceración en frío se usa tanto en vinos blancos como en tintos. No es una técnica nueva,pero en la mayoría de los casos el enfriamiento se hace con las camisas refrigeradoras delos depósitos. Muchas bodegas hoy en día utilizan ya la nieva carbónica en un intento de obtener un frío más homogéneo y lo menos agresivo para la uva posible.

La criomaceración consiste en bajar la temperatura de la vendimia recién estrujada y despalillada, justo después de la separación de las uvas del raspón, de esta manera conseguimos aumentar la solubilización de los aromas del mosto, sin extraer demasiada astringencia al no existir el alcohol como disolvente en el medio.

La refrigeración debe hacerse lo más rápidamente posible para evitar cualquier tipo de oxidación, logrando unos mínimos entre 5 y 8º C, evitando que sea superior ya que favorecería la aparición de las sustancias más vegetales y el contenido en de sulfurosos es recomendable de 10 gr/100 Kg de sulfuroso debido a que estas cantidades favorecen la extracción de antocianos y Polifenoles del hollejo.

El tiempo de esta maceración en frío oscila entre 12 y 24 horas. Dependiendo de la variedad, otorgando más tiempo a las uvas más pobres aromáticamente y de la madurez, con uvas más verdes, necesitaríamos más tiempo de contacto entre las pieles y el mosto para extraer mayor complejidad. Se trata de una técnica reservada a vendimias sanas, que logra ennoblecer las variedades menos aromáticas. La práctica precisa de un equipo con elevada potencia frigorífica (si se realiza por medio de camisas) y de una buena instalación en depósitos que nos permitan mantener estas temperaturas tan bajas, lo que conlleva un aumento importante en los costes de vinificación.

El resultado final suele dar fruto a vinos aromáticamente muy interesantes, con una intensidad olfativa elevada, destacando el conjunto de aromas primarios procedentes de las uvas.

Fuente: Mundo Vino

lunes, 13 de agosto de 2012

El Salón del Vino de la Guía Peñín reunirá 200 vinos de más de 100 bodegas



El salón está dirigido tanto a profesionales del sector como al consumidor final aficionado, que podrán conocer los vinos que han superado la calificación de 93 puntos

La guía de vinos española "Guía Peñín" organiza su décimo tercer Salón del Vino en el que congregarán del 25 al 26 de octubre próximos alrededor de 200 vinos de 100 bodegas de toda España.

Según ha informado hoy en un comunicado, el salón, que se celebrará en el Palacio de Neptuno de Madrid, está dirigido tanto a profesionales del sector como al consumidor final aficionado, que podrán conocer los vinos que han superado la calificación de 93 puntos en la "Guía Peñín".

En su última edición, este salón, en el que se pueden degustar los vinos invitados de la mano de sus productores, fue visitado por más de 2.000 profesionales y cerca de 300 aficionados.

Junto a la exhibición de los vinos se ha organizado un programa de actividades que incluye catas privadas para empresas y la entrega de los Premios Guía Peñín en las categorías de vino revelación, mejor bodega del año y mejor labor de divulgación.

Fuente: Vinetur